La empresa del vertedero de Nerva, Diseño de Soluciones Medioambientales, ha presentado un proyecto y cronograma para la modificación sustancial de su autorización ambiental actual con el sellado de todos los vasos para 2041, pero advierte en ese mismo documento que "no se pueden interpretar como valores definitivos y esto pueden variar en el tiempo de vida útil de los depósitos y su previsión de clausura". "Es decir, advierten de que todo el proyecto es papel mojado", según Ecologistas en Acción.
Según los conservacionistas, "el presidente de la Junta de Andalucía lleva más de tres años afirmando que el Gobierno andaluz está trabajando en el "cierre ordenado" de los vasos del vertedero de Nerva. Su Diputado por Huelva en el Parlamento de Andalucía, donde es además Secretario Primero de la Mesa, Manuel Andrés González, declaró a los medios de comunicación hace nueve meses que "con un Gobierno del Partido Popular en la Junta se está procediendo a clausurar los depósitos de forma seria y ordenada".
Sin embargo, la empresa que gestiona el vertedero tóxico de Nerva, Diseño de Soluciones Medioambientales (DSM), ha presentado un proyecto y cronograma para la modificación sustancial de su autorización ambiental actual: "Este nuevo proyecto incluye el sellado de todos los vasos para 2041, pero con la construcción previa de diversas instalaciones para seguir gestionando residuos peligrosos y no peligrosos antes, durante y tras ese sellado".
Ecologistas en Acción de Huelva advierte en la documentación que "este supuesto nuevo proyecto no es más que una versión ampliada del que ya fue presentado en 2019, el cual recibió incontables alegaciones que no han podido ser respondidas ni solventadas por la Administración ni la empresa. Por ejemplo, se construiría una planta de tratamiento de lixiviados y de aguas industriales externas traídas, en principio, de casi cualquier tipo de industria de cualquier punto de Andalucía, al objeto principal según DSM de "mantener líneas de negocio, generación de empleo y empuje económico de la instalación, tanto desde el punto de vista de la inversión como de la operación, es necesaria la aportación económica que conlleva el tratamiento de estas aguas externas". Ello, a pesar de que la economía circular tiene la proximidad como principio fundamental, lo que significaría que cada industria o al menos cada zona industrial debería de tener una planta de tratamiento de estos residuos líquidos y no transportarlos a Nerva".
Otro ejemplo de instalación que prevé el proyecto de DSM es una planta de lavado y biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, metales pesados y plaguicidas: "El objetivo primero que plantea el vertedero para esta planta es Desarrollar suelos restaurados adecuados para su uso en infraestructuras verdes, con el propósito de rehabilitar áreas degradadas desde el punto de vista ambiental. Una planta para la mezcolanza de residuos industriales contaminados de muy diversa proveniencia y composición que posiblemente se prevea aplicar en suelos naturales degradados bajo el famoso paraguas de la economía circular, a costa de la salud de estos suelos. En el proyecto de 2019 se llamaba planta de tecnosuelos, cuyos indiscutibles negativos efectos en la salud de las personas y del entorno ya van siendo conocidos y rechazados en los pueblos de la Cuenca minera".
Es interesante señalar que la empresa del vertedero advierte en su proyecto que "no se pueden interpretar como valores definitivos y esto pueden variar en el tiempo de vida útil de los depósitos y su previsión de clausura". "En efecto, en Nerva ya se sabe que de aquí a 2041 pueden ser aprobadas infinidad de modificaciones que ni siguiera trascenderán a la ciudadanía, como lleva ocurriendo hasta ahora. De este modo, las modificaciones pueden dar lugar a tener el vertedero tóxico en funcionamiento a perpetuidad a 700 metros del pueblo, deteriorando su vida cotidiana, su salud y su actividad económica día tras día", aseguran los conservacionistas.
Se evidencia con este proyecto sometido a información pública hasta el 29 de septiembre que el "cierre ordenado del vertedero que la Junta de Andalucía viene prometiendo a Nerva, a la Cuenca Minera y a Huelva desde febrero de 2022 no es verdad. Muy al contrario, entre la Junta y el vertedero, con el apoyo de los poderes empresariales que generan residuos inasumibles, pretenden condenar a perpetuidad a Nerva a ser el retrete tóxico de medio mundo. Así, tras los cinco años que la Junta de Andalucía ha regalado a DSM para perfeccionar el planteamiento del proyecto, la empresa lo vende a la opinión pública como si fuera un nuevo concepto de vertedero en el marco de la economía circular. Para Ecologistas en Acción subyace, sin embargo, un supermercado de residuos maquillado y disfrazado bajo un planteamiento capcioso de economía circular que anestesie las conciencias ciudadanas y, así, esquivar la oposición a tamaño insulto a un pueblo, una comarca minera y una provincia andaluza".
Según Ecologistas en Acción, "todo esto vuelve a dar la razón a todas las personas, nervenses y de otros lugares, que se han opuesto y luchado contra la imposición del vertedero tóxico de principio a fin, en estos casi 28 años de su existencia impuesta. El complejo medioambiental era un caballo de Troya, dándole el beneplácito al principio del fin de este municipio de amantes del Arte y la Cultura, pueblo minero, no basurero, cuyo futuro está sentenciado a convivir con este almacén de detritus tóxicos".
Por todo ello, Ecologistas en Acción, Antivertederos Nerva y Nerva, Salud y Dignidad, junto con otras organizaciones ciudadanas de la Comarca, van a seguir trabajando para informar a la ciudadanía de la realidad subyacente en este proyecto que es "formalizar el eterno lugar para la basura industrial andaluza, española y de medio mundo en Nerva". Estas entidades realizarán de nuevo, como en 2019, las alegaciones técnicas, científicas, sanitarias, jurídicas y de toda índole que estimen oportuno para que se cumpla la legalidad cesando la actividad de DSM y clausurando el vertedero tóxico de una vez por todas y a la mayor brevedad, y haya por fin justicia ecosocial para Nerva.