Atalaya Mining, operadora de la mina de Riotinto, ha logrado mejorar la calidad de las aguas en contacto con instalaciones mineras históricas (“aguas difusas”). Esto supone “un cambio radical en la hidrología de la zona” y activa la recuperación de la cuenca del Odiel, estratégica para el desarrollo hídrico y ecológico del suroeste andaluz. Es una de las conclusiones destacadas del Informe de Sostenibilidad 2024, publicado en la web de la compañía y presentado en el Museo Vázquez Díaz (Nerva) con la participación de alcaldes y representantes sociales de la Cuenca Minera.
La apuesta por la sostenibilidad y la mejora continua de Atalaya queda atestiguada en este informe verificado por un organismo independiente y realizado según el estándar internacional GRI (Global Reporting Initiative). Alineado con los 10 principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas, el documento reporta avances en seis pilares fundamentales: Buen Gobierno, Personas, Operación Segura, Medio Ambiente y Cambio Climático, Sociedad, y Tecnología e Innovación.
Como indicaba Enrique Delgado, director general de Atalaya Riotinto, durante el acto de presentación de este informe: “se trata de ofrecer una visión honesta, rigurosa y completa de cómo gestionamos los riesgos, cómo medimos nuestro desempeño y cómo integramos la sostenibilidad en cada decisión corporativa”.
Así, la empresa registra mejoras en muchos aspectos, incluyendo una reducción del consumo de agua fresca del 18,5% frente a 2023, y de emisiones de GEI (alcances 1 y 2) de un 3,9%. La eficiencia energética también mejoró, con una intensidad de consumo eléctrico de 22,66 kWh/t (-2,7%). En el plano social, el porcentaje de mujeres en plantilla aumentó al 21% y su representación en el Consejo de Administración creció del 14% al 24%. La siniestralidad laboral descendió significativamente: el índice de frecuencia (LTIFR) entre sus empleados se redujo un 75%, mientras que las aportaciones al desarrollo territorial sostenible se incrementaron un 9%.
Recuperación de la Cuenca del Odiel
Atalaya, actor relevante en la producción de cobre europeo, tiene el objetivo de maximizar el impacto positivo de sus operaciones. Como parte de su compromiso al reabrir la mina, se adoptaron medidas correctivas para reducir los efectos de las aguas difusas en los ríos locales. Entre otras, la construcción de canales de recogida de aguas de lluvia para reducir el flujo hacia el Odiel, el encauzamiento de escorrentías, el cierre de antiguos túneles que vertían al entorno y la restauración de antiguas escombreras.
Para monitorizar la efectividad de las medidas, se hacen controles periódicos del drenaje en las superficies alteradas (12 puntos de control, con muestreos cada 15 días). Con estos datos y con apoyo de la Universidad de Huelva, se viene realizando un análisis que concluye que los resultados “han sido muy positivos”, cumpliendo y superando los objetivos establecidos en la Autorización Ambiental Unificada (AAU). De esta manera, se ha logrado “una clara disminución del drenaje de aguas difusas desde que se reanudó la actividad minera” en 2016.
La reducción de la carga metálica supone un avance significativo en la mejora de la calidad del agua en la cuenca alta del Odiel. Estos progresos no solo ayudan a la regeneración ecológica de la zona, sino que dan viabilidad a futuras infraestructuras de regulación hídrica, como la presa de Alcolea, fundamentales para el desarrollo económico y social de la provincia de Huelva.
El 81% del agua utilizada es reciclada
Atalaya apuesta por la gestión responsable de los recursos naturales, procurando la eficiencia en el consumo de agua y verificando sus avances con el cálculo de huella hídrica según el estándar internacional de la Water Footprint Network. Según los datos del Informe, en 2024 el 81 % del agua utilizada fue reciclada, el 11,8 % procedía de fuentes superficiales externas (embalses de Campofrío, Aguas Limpias y Odiel) y el 7,6 % era agua de lluvia recogida en las instalaciones y tratada para su reutilización.
Estas cifras reflejan un modelo de gestión hídrica cada vez más eficiente, que minimiza la dependencia de fuentes externas. Priorizando la reutilización, Atalaya ha logrado reducir un 45 % el uso de agua dulce desde 2021. Además, mantiene una política de vertido cero, evitando que el agua usada en los procesos industriales vuelva al caudal de los ríos o cauces cercanos.
Restauración de pasivos
Asimismo, Atalaya ha asumido la rehabilitación de antiguos pasivos ambientales de las explotaciones históricas que no fueron tratados adecuadamente, como las antiguas escombreras. Aplicando técnicas de modelado geomorfológico y revegetación con especies autóctonas, se está logrando reintegrarlas en el paisaje natural de forma estable y duradera.
Sobre Atalaya Mining
Atalaya Mining, a través de su filial Atalaya Riotinto, es la operadora de la histórica mina de Riotinto, un proyecto minero que incorpora las últimas innovaciones tecnológicas en el sector, así como los conceptos de seguridad y sostenibilidad ambiental de la minería del siglo XXI.
Riotinto es hoy una mina de cobre a cielo abierto que produce unas 50.000 toneladas de cobre en concentrado anuales. Cuenta con reservas de mineral de cobre para 11 años de vida operativa, trabajando constantemente en la identificación de nuevos recursos para seguir alargando la actividad. La puesta en marcha de Riotinto ha supuesto una inversión industrial que supera los 570 millones de euros, incluyendo importantísimas mejoras ambientales y la creación de más de 2.300 empleos, consolidándose como una de las principales empresas tractoras del desarrollo sostenible en Huelva.