Para Rafael Prado, director del centro de educación secundaria más antiguo de la provincia onubense, después del de la capital, “el instituto de Nerva se ha convertido en  un centro educativo moderno, actualizado y con una oferta educativa amplia y variada, que afronta una nueva etapa, con nuevas dinámicas y formas de aprendizaje para beneficio de futuras generaciones”.

La Educación Secundaria es una etapa educativa que tiene como finalidad el logro de una serie de objetivos y la adquisición de ciertas competencias por parte del alumnado. Los docentes tienen que velar, no solo porque los alumnos adquieran ciertos conocimientos, también para que estos conocimientos les sean útiles y les sirvan en la vida “real”, es decir, que los puedan poner en práctica y que les ayuden a enfrentarse a diferentes situaciones de la forma más autónoma posible. Lo importante no es solo “saber”, sino “saber hacer”, “saber estar” y “saber ser”.

Para conseguir ese desarrollo integral del alumnado y la adquisición de competencias, la vida del centro educativo tiene que estar organizada para tal fin. En el instituto todo adquiere un carácter pedagógico: la distribución del espacio, la señalización, la organización de los recreos, el uso de la megafonía o las actividades que se llevan a cabo en el centro persiguen, como fin último, crear las condiciones favorables para el aprendizaje del alumnado.

Los planes y proyectos que se llevan a cabo en el centro son una herramienta valiosa que permiten enriquecer la vida de estos y proporcionan situaciones de aprendizaje motivadoras para los alumnos, acercándose a sus intereses y necesidades, y ayudando de forma transversal e interdisciplinar a la adquisición de la competencias clave como, por ejemplo, la competencia social y cívica.

Así, es más motivador para ellos trabajar la competencia lingüística a través del taller de radio, el sentido de la iniciativa y actitud emprendedora a través de la puesta en marcha del huerto escolar o la competencia en ciencias y tecnología a través del Proyecto STEAM.

Entre los Planes y programas que ayudan a mejorar la organización y funcionamiento del centro se encuentran los planes de Transformación Digital Educativa y de Prevención de Riesgos Laborales.

La mejora de la atención a la diversidad del alumnado se persigue a través de planes y programas como el Plan de Compensación Educativa, Programa PROA+ y Plan IMPULSA 2.

El fomento de la educación en valores y mejora de la convivencia en el centro, promoción de valores de igualdad, y fomento de hábitos de vida saludables se aborda a través de  otras propuestas como la Escuela Espacio de Paz, el Plan de Igualdad y el Programa Forma Joven.

El IES Vázquez Díaz de Nerva cuenta con otros planes y programas que abordan de forma innovadora, lúdica y motivadora la adquisición de competencias clave: Aula Djaque; Lectura y Biblioteca; Proyecto STEAM y el Programa INNICIA son buena prueba de esto.

Por último, programas como Escuelas Mentoras y Practicum se están dirigidos a la formación del profesorado y el intercambio de experiencias educativas.

Historia

La historia del instituto de Nerva pasa por distintos procesos administrativos y cambios de ubicación protagonizados a lo largo de sus 88 años de existencia, desde un primer intento de enseñanza privada para una determinada élite en 1895 hasta el definitivo emplazamiento en 1990 en el cerro de los baños, pasando por la denominación con el nombre del insigne pintor Vázquez Díaz en la década de los ’70.

El instituto de Nerva camina con paso firme hacia sus 90 años de creación. En un manifiesto de 1933, se daba a conocer a los más de 16.000 habitantes con los que contaba el pueblo de Nerva, así como a las poblaciones aledañas de Riotinto, Salvochea (actual El Campillo), y Zalamea la Real, la creación de un instituto de segunda enseñanza, vista la demanda cultural y educativa de sus vecinos.

Durante todos estos años se ha educado y formado personas, repartiendo humanismo por todas sus aulas; se ha enseñando ciencias, inculcado arte, educado en valores éticos y morales,  en libertades. En definitiva, se ha creado un centro con su propia idiosincrasia, etiqueta y denominación de origen, que ha entregado a la historia una gran cosecha de buenas gentes, de buenas personas, que han ido conformando la sociedad y el carácter del pueblo de Nerva y la sociedad y el carácter de la Cuenca Minera en general.

Hoy en día, todos coinciden en destacar, por encima de todo, la lucha, perseverancia y esfuerzo del pueblo de Nerva por mantener una decidida apuesta por la cultura y educación de sus vecinos, pero también por hacer frente a los intereses socioeconómicos, enfrentados y complementados, entre la todo poderosa Río Tinto Company Limited, que explotaba con mano de hierro las minas, y la administración  y sociedad locales.