El cura nervense, Antonio Fidalgo, sacerdote de la Diócesis de Huelva y delegado de Cáritas en la Prelatura de Chuquibamba en Perú, se encuentra durante estos días en su Nerva natal, compartiendo con sus paisanos las experiencias vividas al otro lado del Atlántico en favor de las personas más necesitadas. En la siguiente entrevista, Fidalgo nos habla del trabajo humanitario que desarrollan en su zona de intervención, las vicisitudes por las que atraviesan los peruanos más pobres a causa de la pandemia de COVID-19, la creación de una planta producción de oxígeno para evitar el mercantilismo al que las empresas tienen sometida a la población, lo grave que llegó a estar tras contagiarse, y lo escéptico que sigue mostrándose al comprobar cómo se sigue cayendo en los mismos errores sin aprender nada de todo lo padecido.