Concluyen trabajos de localización y delimitación en el cementerio de Nerva

por Juan Antonio Hipólito Domínguez / 08 de Febrero de 2018 / Publicado en Historia, Nerva

Las fosas del cementerio de Nerva albergan a centenares de víctimas de la represión Franquista perpetrada en la localidad minera durante los meses posteriores a la entrada de las tropas sublevadas en el pueblo el 26 de agosto de 1936. Esta es una de las principales conclusiones a las que llega el equipo de arqueólogos dirigido por Andrés Fernández tras los trabajos de localización y delimitación realizados a pie de campo. El informe final se dará a conocer públicamente una vez que se haya entregado a la Dirección General de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Nerva.

Según informa Juan A. Hipólito, los arqueólogos han concluido sus trabajos con una última intervención fuera de las dos fosas comunes que se encuentran a ambos lados de la entrada principal del cementerio. Lo han hecho a la altura del cuarto ciprés. Los testimonios verbales de varios familiares de represaliados indican que en ese lugar se enterraron a sus seres queridos casi en la más absoluta clandestinidad. 

Se trata de tres hombres que, como muchos otros, tuvieron que desplazarse a las afueras de Nerva para salvar sus vidas. Sus mujeres iban a visitarlos de forma periódica para darles el poco alimento que conseguían. Pero a finales de octubre dieron con ellos. Ellas cargaron con los cadáveres de sus maridos hasta el pueblo y pidieron permiso para enterrarlos. Lo hicieron a escasos metros del pasillo central, donde desde hace décadas crece un inmenso ciprés. El testimonio fue pasando de generación en generación hasta hoy.

A más de 80 años de aquella tragedia, los descendientes de aquellas personas luchan por rescatarlas del olvido al que les condenaron los sublevados. El octogenario José García Mellado, “Floreal”, busca a su padre, al que le arrebataron con tan solo 3 años. Juan Carlos Domínguez Cerrato quiere encontrar los restos de su abuelo materno.  También buscan los de Manolillo Rodríguez. Todos están convencidos de que los tres féretros que han aparecido a escasos metros del cuatro ciprés son los de sus antepasados porque, entre otras cuestiones anómalas que rodean este caso, carecen de toda numeración, signo o lápida que los identifique en el campo santo a diferencia del resto de inhumaciones.

Por el momento, lo único que han podido hacer los arqueólogos ha sido su localización y delimitación a la espera de poder avanzar en los trabajos en una segunda fase en la que se pueda evaluar la exhumación individualizada y ordenada. Para este menester, ya se cuenta con la colaboración de alrededor de un centenar de familias dispuestas a realizar cuantas pruebas de ADN sean necesarias para dar con sus antepasados.

 

 

En Nerva se sitúa el enterramiento común más grande de los 120 contabilizados en Huelva, la segunda provincia con mayor número de fosas de Andalucía. Se encuentra en el interior del cementerio municipal y ocupa prácticamente todo el muro de la fachada principal, de extremo a extremo, con más de 200 metros cuadrados, a excepción de la puerta de entrada que divide a la fosa.

 

 

 

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