Nerva ratifica su apuesta por la tauromaquia con una buena novillada sin picadores en plena feria

por Francisco Javier Campos Castillo / 23 de Agosto de 2023 / Publicado en Festejos, Nerva

Una plaza que lucía maravillosa, una tarde calurosa pero que no frenó a los amantes de las artes taurinas; un cartel de jóvenes figuras con ganas de comerse el mundo y demostrar que tienen un sitio en este difícil y a veces ingrato oficio, según el oponente en suerte; y una ganadería, también de la provincia, que ofreció una novillada bien presentada en su conjunto, aunque con juego desigual. Todos estos son argumentos más que suficientes para decir que Nerva sigue haciendo faenas importantes en ese intento de consolidar el toreo y la historia de su plaza en el escalafón más importante de la tauromaquia. Todo por supuesto, gracias al trabajo inconmensurable de la Peña ¨Sanchino¨, con un grupo de personas que están poniendo todo y más por recuperar la historia. 


El pasacalle de la Banda de Música Villa de Nerva recorriendo las calles aledañas al coso taurino y luciéndose en su entrada en la plaza, dando una sonora y majestuosa vuelta al ruedo, era la cabecera ideal para sentir que esta iba a ser una tarde muy especial. Después, juego desigual en una novillada de feria, bien presentada de Millares y un total de 7 orejas. Puerta Grande para Enrique Toro, Carlos Tirado y Guillermo luna. 

Con media entrada larga y la gente refugiándose en el tendido de sombra para escapar de los 40 grados a la hora de comienzo, se abría la puerta de toriles para recibir al primero de la tarde, un novillo de pelo castaño que a la postre sería el menos potable y  el más complicado de la novillada y que tocó en mala suerte a ¨El Cumbreño¨, un joven novillero de Cumbres Mayores que no pudo demostrar por los impedimentos de su oponente la calidad que ha atesorado en otros eventos importantes como las fiestas Colombinas, o la semifinal de las novilladas de promoción de la televisión autonómica andaluza. 

El novillo empezó con brío, pero poco a poco fue dejando a las claras sus problemas, con una embestida sucia y complicada, y haciendo casi imposible ningún tipo de lucimiento para un novillero que puso todo y sufrió varias volteretas. En la suerte suprema, tampoco el astado ayudó lo más mínimo y tras tres pinchazos y un aviso, finalmente acabó el primer episodio de la tarde. Aplausos del público por su entrega fue el balance del primero de Millares en la tarde nervense. 

El segundo novillo, muy en el corte del anterior según pelaje, demostró bastante más y empezó a arreglar una tarde que no había empezado de la mejor manera. Enrique Toro, que ya estuvo en Nerva en el festival benéfico del pasado febrero, recibió al de Millares con buenos trazos de capote, enjugando bien los brazos y sabiendo atemperar la convencida pero abrupta embestida del novillo en los primeros lances. 

Tras banderillas y muleta en ristre, ¨Quique¨ demostró porque es uno de los novilleros que más presencia está teniendo en este estío taurino y sacó esencia de toreo en redondo, con muletazos largos y bien ligados, encontrado en el pitón izquierdo grandes posibilidades de lucimiento al natural. Buena faena de muleta que conectó con el público en general y que hizo enardecer a sus convecinos de San Juan del Puerto desplazados a Nerva. En la entrada a matar, un pinchazo bien señalado y una certera estocada después dieron dos orejas al de San Juan del Puerto. 

El tercero de la tarde fue la demostración de cómo se puede labrar una buena faena y perderlo todo con la espada, algo que es normal si tenemos en cuenta la juventud de quienes aún deben de trabajar mucho en los carretones de las escuelas taurinas e ir cogiendo experiencia. 

Agustín Cruz, novillero de Aljaraque, hizo muy bien las cosas. Faena aseada con el capote y muy buenas dotes con la muleta, entendiendo a la perfección todo lo que necesitaba ese novillo, que no era más que hacerle todo de manera muy pausada, sabiendo dar tiempo entre serie y serie y colocándose bien y empapar de trapo al astado de millares. 

En definitiva, Cruz lo hizo todo muy bien y estuvo muy por encima de su oponente sacando un partido muy bueno con la mano izquierda. Parecía un triunfo claro, pero llegó la auténtica hora de la verdad y, con la espada, el de Aljaraque no tuvo su día con varias entradas a matar sin convencimiento y demostrando que aún le falta mucho trabajo en el lance que rubrica una gran actuación, o un verdadero estrépito. Los fallos con el acero le dejaron sin trofeo, recibiendo el aplauso del respetable que supo ver al menos la buena disposición del novillero. 

El cuarto de la tarde fue en realidad el primer sobrero, ya que por una rotura en su pata derecha, el presidente del festejo, Florencio Rodríguez, tuvo que sacar el pañuelo y pedir el cambio del astado que salió en primera instancia y que fue finiquitado de un certero puntillazo que no demoró en exceso el proceso. 

El sustituto del cuarto novillo en cuestión fue recibido por el ayamontino, Carlos Tirado, con temple en el capote a pesar de salir algo suelto en los primeros lances. Tirado supo enjaretar bien a este huidizo novillo que finalmente dio buen juego en la muleta, sobre todo porque el diestro encontró la conexión con él, sacando trazos largos y profundos por un muy buen pitón derecho. Una buena estocada, pelín desprendida, pero con mucha muerte, dio las dos orejas del sobrero a un chico que nos dejó excelentes sensaciones. 

El quinto sería la certificación de que la tarde iba por buen camino. El triguereño, Guillermo Luna, recibió a uno de los novillos de más peso de la corrida, bien cuajado y con buenas condiciones, ideal para hacerle bien las cosas. Luna no falló y ante muchos aficionados que habían llegado a Nerva desde Trigueros, con pancartas incluidas, destapó el tarro de las esencias y nos hizo entender porque este arte de la tauromaquia, cuando se dan las circunstancias, es tan bello. 

Guillermo estuvo excelso con la muleta, muy bien en todos los sentidos, entendiendo todo lo que había que hacer a su rival para sacarle el máximo y elaborando todo con un gusto y sobriedad exquisitos. No desaprovechó lo realizado y dejó oficio en la suerte de matar, llevándose dos orejas. 

El último de la tarde fue para Juan Antonio Vázquez, novillero de Cortegana, que también ha tenido en otras citas actuaciones muy importantes. Demostró en todo momento mucha voluntad y desde el primer encuentro con su novillo dejó claro que venía a por todas. Correcto con el capote, incuso con alguna larga cambiada que era la evidencia de que no se iba a dejar nada por hacer. En la muleta tuvo trazos muy buenos, muy largos y profundos que, adornados por el pasodoble de Nerva, parecían tener aun mayor enjundia. 

Tuvo alguna voltereta, pero sacó en todo momento gallardía y ganas de agradar. Con algunos de sus muletazos, mientras sonaba el fandanguillo del pasodoble de Manuel Rojas, con nombre de emperador romano, Vázquez fue sentando las bases para un triunfo que finamente fue de menos bagaje por los reiterados fallos con la espada, otra vez la encrucijada a la que se enfrentan los jóvenes valores. Tras tres intentos el astado dobló y el público le otorgó una oreja que, a pesar de los fallos con el acero, hizo justicia a lo exhibido en el albero nervense. 

En definitiva, una tarde con algunos claros-oscuros, que dejó cosas muy interesantes y que ponen en valor la calidad taurina de los activos de nuestra provincia. En resumen: silencio tras aviso para ¨El Cumbreño¨; dos orejas para Enrique Toro; aviso y vuelta al ruedo para Agustín Cruz; dos orejas para Carlos Tirado; dos apéndices también para Guillermo Luna y una oreja para Juan Antonio Vázquez. La puerta grande de Nerva se abrió para que salieran a hombros, Enrique Toro, Carlos Tirado y Guillermo Luna. 

 

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