Los campilleros reconocen el trabajo de sus vecinos más brillantes coincidiendo con sus 87 años como municipio independiente

por Juan Antonio Hipólito Domínguez / 23 de Agosto de 2018 / Publicado en Cuenca Minera

El Ayuntamiento de El Campillo celebró ayer su segregación de Zalamea la Real como municipio independiente hace 87 años con la entrega de la Medalla de La Villa al médico José Manuel García, por su destacada trayectoria profesional y llevar a gala el buen nombre de la localidad por donde quiera que ha ido. Además, Fernando Pineda, Gilberto Hernández y la Universidad de Huelva recibieron sendas Menciones Honoríficas, por su inestimable labor a la hora de recuperar la historia del pueblo y de sus gentes. También recibió una Mención Joven la estudiante María de los Ángeles Valiño, por su destacada trayectoria académica que le ha permitido, además de un prometedor futuro, a pesar de su juventud, recuperar parte de la historia de la localidad en su trabajo académico sobre los orígenes de la consecución del Hospital Comarcal.

Según informa Juan A. Hipólito, en su discurso institucional, la alcaldesa de El Campillo, Susana Rivas tuvo palabras de agradecimiento, en especial, para todos los galardonados, a la vez que brindaba por la salud de la Corporación Municipal, así como por la de aquellos hombres y mujeres campilleros que, “nos han enseñado que nuestra grandeza reside en nuestras plazas, en nuestras callejas, en nuestras esquinas, en cada uno de nuestros rincones y en la gente que los puebla”.

Este ha sido el último pleno institucional de la Villa para Rivas al frente de la Administración local campillera, al menos por este mandato. La primera edil socialista quiso dejar patente que, “este constata que llevamos cuatro años tejiendo con la ciudadanía de El Campillo la vida de nuestro municipio, media legislatura haciendo pueblo y la otra media pensando como hacerlo”.

Para Rivas, a veces, al termino de cada una de estas singladuras, se piensa que ya es hora de descansar, la hora de escoger otro camino, en definitiva la hora decisiva, el tiempo de quedarse entre bambalinas, de quedarse aparte, de dejar paso y de querer a Campillo o Salvochea de otra manera, a su manera. “Pero, es precisamente entonces cuando una se da cuenta que eso es imposible, que no se puede solo querer a nuestro pueblo, hay que sentirlo orgullosa de saber a ciencia cierta que esta aventura con todos vosotros una vez más valió la pena”, subraya.

En cualquier caso, Rivas aclaró en su discurso institucional que, “el tiempo y la decisión que tome la ciudadanía, ya dirán cuando llega la hora de bajarse del tren porque de momento es imposible despedirse contigo, una te necesita para pensar en ti e incluso para descubrir que necesito necesitarte”.

Medalla de la Villa

El médico campillero José Manuel García Almeida, tras tres años como médico de familia en el Hospital Juan Ramón Jiménez y el Centro de Salud del Molino de la Vega de Huelva, se marchó a Málaga en 1997 para realizar la especialidad de Endocrinología y Nutrición Clínica. Una formación que le llevó a la televisión, convirtiéndose en una cara conocida por sus consejos a los espectadores del programa  'Saber vivir'. Ahora bien, García nunca ha olvidado sus raíces, consciente de la importancia de tener en cuenta el lugar del que venimos.  

Estudió Medicina en la Universidad de Sevilla y realizó dos especialidades: la de Médico de familia, que cursó en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, y la de Endocrinología, que hizo en el Hospital Regional de Málaga. Precisamente, es en la ciudad malagueña donde José Manuel mantiene su actividad profesional, puesto que, es el Responsable de Nutrición Clínica del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, además de jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Quirón de Málaga. 

García ha dado muestras suficientes de ser un experto en la diabetes y la alimentación, enseñando cada día cómo gozar de una buena salud. En Málaga ha desarrollado su vida personal y profesional, donde decidió convertirse en endocrinólogo y aunque dice sentirse muy a gusto en esa tierra, porque es muy acogedora y los malagueños son muy parecido a los onubenses, siempre lleva a El Campillo, su pueblo, en el corazón. 

Menciones Honoríficas

En la resolución de la sesión plenaria celebrada el pasado 16 de agosto en el que se acordaron otorgar estas distinciones, se reconoce también el trabajo realizado en la Universidad de Huelva por los profesores María Dolores Ferrero Blanco, Cristóbal García García y José Manuel Vázquez Lazo, así como el de Gilberto Hernández Vallecillo y Fernando Pineda Luna, a favor de recuperar la historia del pueblo de forma magistral, enfrentándose a la historia, recuperándola y después de tanto tiempo silenciada, por fin, rindiendo cuentas con ella.

Gracias al trabajo de estos autores, a nadie se le escapa que, la memoria, no debe subordinar el presente al pasado, y sin embargo, se debe ser consciente de que esta recuperación ha de servir para justificar las actuaciones de hoy. Citando las palabras de Pierre Nora: “La memoria es la vida, siempre acarreada por los grupos vivos. Y, a este respecto, está en evolución permanente, abierta a la dialéctica del recuerdo y la amnesia, inconsciente de sus sucesivas deformaciones, vulnerable a todos los usos y manipulaciones, susceptible de estar latente durante mucho tiempo y de manifestar súbitas revitalizaciones. La historia es la reconstrucción siempre problemática e incompleta de lo que ya no es. La memoria es siempre un fenómeno actual, un vínculo vivido en el eterno presente: la historia, una representación del pasado. Dado que es emocional y mágica, la memoria sólo se acomoda a aquellos detalles que la confortan: se nutre de recuerdos borrosos, chocantes, globales o flotantes, particulares o simbólicos, sensibles a todas las transferencias, velos, censura o proyecciones. La historia, por el contrario, se propone otros objetivos, valiéndose de otros procedimientos y de otros métodos menos arbitrarios o menos aleatorios. La historia, en tanto que operación intelectual y laica, apela al análisis y al discurso crítico”.

Mención Joven

El proyecto de Máster en Prevención de Riesgos Laborales que María de los Ángeles Valiño ha realizado recientemente en la Universidad de Huelva, estudia las causas de la muerte de su abuelo mediante el método con el que se investigan los accidentes laborales, denominado ‘Árbol de causas’, lo que llevó a Valiño a recopilar mucha información tanto en el archivo histórico de la Fundación Río Tinto como en los documentos que guardaba su abuela, Blanca Durán Romero, así como a través de entrevistas a testigos presenciales del accidente.

Tras defender este estudio en la Universidad de Huelva, el equipo docente entendió que se trataba de un proyecto muy original, por lo que invitaron a esta joven campillera  a exponerlo también en la Universidad de Sevilla con motivo de unas jornadas cuyo resultado fue la publicación del citado trabajo.

Además su excelente expediente académico le ha servido a nuestra  campillera para ser una de los 67 beneficiarios que han conseguido este año las becas que la Fundación Atlantic Copper concede anualmente a los mejores expedientes académicos universitarios. Esta estudiante campillera, al igual que el resto de beneficiarios de este programa, ha tenido que pasar un riguroso proceso de selección, pues el objetivo de las becas Atlantic Copper es contribuir a la formación y desarrollo de los jóvenes onubenses que con su esfuerzo y dedicación hayan obtenido buenas calificaciones.

Temas:
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para recopilar información estadística sobre su navegación y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, generada a partir de sus pautas de navegación. Si continúa navegando, consideramos que accepta su uso.

Acceso

Registro

¿Olvidaste tus datos?

ARRIBA