Así lo comunica Alternativa Ciudadana: Nerva, Salud y Dignidad a través de esta nota de prensa ante el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la empresa gestora del vertedero tóxico de Nerva, que contempla el despido de 25 trabajadores de la localdiad minera.

Desde Nerva, Salud y Dignidad, con la intención de que la sociedad tenga la máxima información sobre la situación en la que se encuentra la lucha que mantiene Nerva por alcanzar su cierre definitivo informan:

- Que, durante el periodo más duro de la pandemia, 1 de abril de 2020, cuando todos permanecíamos encerrados en nuestras casas y se contaban por miles los fallecidos y afectados por la pandemia, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía publicó el acuerdo, de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Huelva, de apertura de un periodo de información pública sobre la ampliación del Vertedero de Nerva.

- Que, en el plazo legalmente establecido, (antes del 26 de junio de 2020) diversos colectivos sociales, partidos políticos, Ayuntamientos y ciudadanos a título particular, presentaron alegaciones a dicha ampliación de carácter técnico, social, cultural y medioambiental.

- Que dichas alegaciones no impidieron la autorización de ampliación del vertedero.

- Que a consecuencia de la alarma social generada en nuestra población a raíz de la perpetuación que supone esta nueva ampliación del vertedero, se constituyó la “Comisión por el Cierre del Vertedero, Ya”, integrada por diversos colectivos sociales, ecologistas y formaciones políticas.

- Que, a finales del pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Nerva denegó la licencia de obras solicitada por DSM, empresa gestora del vertedero, sobre la ampliación de sus instalaciones, ratificando su posición sobre el agotamiento del proyecto de vertedero y que la misma no encuentra amparo en la declaración inicial de utilidad pública e interés social que en su día emitió la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y urbanismo y que posibilitó la instalación.

- Que, dicho ERE se sustenta sobre el cierre temporal ordenado por la Junta de Andalucía, el pasado mes de marzo, de los dos vasos de residuos no peligrosos, tras constatar que la cantidad de desechos depositados en los mismos, sobrepasaba en más de 2´86 millones de toneladas, (2.860 millones de kilos), del máximo de su capacidad permitida.

- Que, a través del procedimiento sancionador iniciado por La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, también se acusaba a DSM de “haber falseado los datos de manera intencionada”, generando “un riesgo para la salud e integridad de los trabajadores del vertedero”, por la “posible falta de seguridad” ante la “insuficiencia de garantías de estabilidad del dique de contención”.

- Que dicho expediente, en base a multitud de irregularidades, establecía una multa para DSM, de 1.686.824 €

- Y que, a finales del mismo mes de marzo, quedó aprobada la Ley de Economía Circular por la que el vertedero de Nerva no podrá almacenar residuos peligrosos que vengan de fuera de Andalucía.

Ante esta correlación de acontecimientos, que ponen de manifiesto, a través de las múltiples negligencias cometidas por las distintas empresas gestoras, la indefensión y el olvido al que nos vemos abocados los nervenses, desde la más absoluta impunidad, ante los pasos que han ido dando las distintas administraciones sobre su clausura, sustentados todos ellos, sobre las ansias de cierre que mantiene la población nervense y ante la inmoralidad que supone, por parte de DSM, poner sobre la mesa los puestos de trabajo de 25 personas, desde Nerva, Salud y Dignidad manifestamos que el anuncio de este ERE:

- Escenifica un pulso a la Junta de Andalucía, cuyo único objetivo es alargar la vida útil de unas instalaciones colmatadas e irregularmente gestionadas.

- Supone un chantaje al conjunto de la población nervense, que legítimamente viene aspirando a acabar con una pesadilla, que dura ya más de 25 años, pretendiéndonos poner sobre la tesitura de tener que elegir entre el fin de este despropósito y el mantenimiento del puesto de trabajo de vecinos y familiares y, sobre todo, abocándonos a un nuevo enfrentamiento social.