Se trata de una de las fases más decisivas del proyecto de recuperación de Memoria Histórica y Democrática iniciado en noviembre de 2017 en la localidad minera, que alberga la fosa más grande de la España rural, finalmente clausurada el pasado mes de mayo con la recuperación de 266 restos humanos.

La entrega a la persona responsable del Laboratorio de Identificación Genética dependiente del Departamento de Medicina Legal, Toxicológica y Antropología Física de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, el profesor Juan Carlos Álvarez, la ha realizado en persona el alcalde en funciones de Nerva, José Antonio Ayala, acompañado por la teniente de alcalde en funciones, Antonia González, y el director del equipo de arqueólogos, Andrés Fernández.  

Para Ayala, “hoy se culmina la fase de exhumacion de las fosas de Nerva con la entrega de las muestras obtenidas al laboratorio de identificación genética de la Universidad de Granada. Hoy me siento reconfortado porque aquí es donde tenemos los nervenses depositada la confianza de que algunos familiares de represaliados por el fascismo puedan recuperar los restos de sus familiares que un día fueron vilmente asesinados por defender la legalidad republicana”.

Aunque según los expertos, la posibilidad es mínima, Ayala sige albergando esperanzas de que así sea. “Si sucede se terminará por demostrar la única verdad posible y se impedirá que se pueda reescribir la historia en estos momentos de involución y de apertura de puertas a la derecha y a ultraderecha que estamos viendo en nuestra tierra”, subraya.

Por su parte, el director del equipo de arqueólogos encargado de desarrollar el proyecto de Nerva desde 2017l, Andrés Fernández, que recuerda la complejidad del caso nervense, se daría por satisfecho en el caso de que una sola muestra coincidiera con el ADN de algún familiar. “Según nos comunican desde la Universidad de Granada, entre agosto y septiembre se podría ofrecer el primer informe genético con datos concluyentes. Ojalá y se pueda identificar alguno de los 266 restos rescatados durante todo el proceso”, comenta.

La localización y delimitación de las fosas de Nerva se inició en noviembre de 2017, 81 años después de su creación. La Coordinadora Cuenca Minera del Río Tinto para la Recuperación de la Memoria Histórica fue la principal impulsora de este proyecto puesto en marcha gracias a la colaboración de la Administración local, a la que más tarde se fueron uniendo la provincial, autonómica y estatal. Aunque la Junta de Andalucía se ha mantenido al margen de estos trabajos desde la entrada del PP en el gobierno regional, a pesar del compromiso adquirido por el anterior gobierno socialista con el convenio firmado en agosto de 2018. Más recientemente, en esta última fase, especialmente de agradecer ha sido la colaboración prestada desde la Diputación de Huelva presidida por María Eugenia Limón, y del Comisionado, Antonio Ruz, además de la FEMP a través del Ministerio de la Presidencia y Memoria Democrática.

Los trabajos de exhumación iniciados en agosto de 2019 en la fosa común de Nerva finalizaron el pasado mes de mayo con el rescate de los restos óseos de la víctima número 266 del Franquismo. El hallazgo de una ficha identificativa junto a lo que quedaba del esqueleto de esta última víctima apunta a que pudiera tratarse de un minero. 

En Nerva se sitúa el enterramiento común más grande de los 120 contabilizados en Huelva, la segunda provincia con mayor número de fosas de su región. Se trata de la mayor fosa común documentada en una zona rural de España. Se encuentra en el interior del cementerio municipal y ocupa prácticamente todo el muro de la fachada principal, de extremo a extremo, con más de 200 metros cuadrados, a excepción de la puerta de entrada que divide a la fosa.