En la primera entrevista que concede a un medio de comunicación nos cuenta cómo llega a Riotinto, en qué consiste E-LIX, cómo es este novedoso proceso de obtención de cobre, cuáles son sus principales diferencias con los métodos existentes, su compatibilidad con el Medio Ambiente, y en qué medida puede marcar un antes y un después en las legendarias minas de Riotinto y, por ende, en toda la Faja Pirítica.

¿Cómo llega a Riotinto?

Me encontraba en Inglaterra haciendo el Doctorado en Electroquímicas en el Departamento de Ingeniería Química y Biotecnología de la Universidad de Cambridge. Comencé a enfocar mi investigación en la lixiviación y, cuando lo vi claro, decidí patentarlo y venir a Riotinto para probarlo a pie de mina. Hasta entonces no había pisado una mina. Mi experiencia se limitaba a la investigación en laboratorios del mundo académico, con botecitos de 200 ml. Ahora hemos demostrado que el proceso funciona en tanques de 10 metros cúbicos. Hemos aumentado la escala 50.000 veces. Así que esto para mi es totalmente nuevo.

¿Qué es E-LIX?

Es un proceso novedoso para la lixiviación de minerales primarios. La lixiviación es la puesta en solución de los metales contenidos en el mineral. Tradicionalmente hay dos vías, la hidrometalurgia, que es la disolución, y la pirometalurgia, que es la fundición. Aquellos minerales más oxidados que han estado en contacto con el aire y el agua se pueden tratar por la primera vía, pero los primarios que son muy duros se tratan por fundición. Este método es una alternativa a la primera vía que puede utilizarse a pie de mina para llegar a cobre final sin necesidad de ir a fundición. 

¿Qué porcentaje de pureza alcanzaría este “cobre puro” y cómo sería su proceso de obtención?

Dependiendo hasta dónde queramos llegar en el proceso, puede ser una pureza u otra, pero idealmente serían cátodos de grado A de 5 nueves, es decir 99,999% de cobre. Lo que permite llegar a este grado es un proceso estándar de extracción por solventes y electrodeposición que se encuentra aguas abajo del proceso de lixiviación. Pero realmente el proceso novedoso es la parte de lixiviación, aguas arriba de esta extracción. El problema es que estos metales son muy difíciles de atacar. Es muy complicado disolver el metal contenido en el mineral. Una vez disuelto el metal problema resuelto. Y esto es lo que hemos hecho.

¿Hasta qué punto sería compatible con el Medio Ambiente?

Se trata de un proceso verde que no genera emisiones. Tampoco utiliza agua ni ácidos. Representa un giro de 180 grados frente a otro tipo de procesos hidrometalúrgicos que emplean condiciones muy agresivas. Es un proceso muy limpio y seguro porque tampoco emplea temperatura ni presión. A pesar de su complejidad tecnológica, es muy sencillo de manejar a nivel operativo.

¿Cuál es su principal diferencia con la tecnología actual?

Actualmente la mina produce un concentrado final que tiene una ley de cobre aproximada del 23%. Se transporta a puerto de Huelva. Y de ahí, la mayor parte se lleva a China para su fundición. De implementarse el nuevo proceso a escala industrial en la mina de Riotinto cambiaría la filosofía porque produciríamos cobre final a pie de mina. El proceso empezaría y terminaría en la mina. Se quedaría todo en casa.

¿Cómo sería la planta industrial en la que desarrollarían este proceso y qué inversión necesitaría para su puesta en marcha?

En diciembre de 2019 sacamos el primer cátodo de cobre en la planta piloto. Llevamos un año trabajando en el proyecto. El método está más que demostrado. Hemos pasado por todos los pasos necesarios para llegar hasta aquí, desde escala laboratorio a planta piloto donde operamos con tanques de 10 metros cúbicos. El proceso funciona en continuo. Ahora estamos afinando y optimizando. Barajamos la idea de construir una planta para tratar 10.000 toneladas de cobre al año. 

¿Cuándo podría estar en marcha?

Los plazos que barajamos son de cuatro o cinco meses para finalizar el estudio de viabilidad. Después dependerá de cuándo quiera “tirarse a la piscina” el Consejo porque una vez que recibamos el visto bueno nosotros tiramos para delante rápido. Si todo va bien podría ser de aquí a un año o año y medio.

¿De qué factores va a depender la viabilidad del proyecto? 

Yo creo en ello. Tengo muchísima ilusión. Los números pintan muy bien. Tiene muy buena pinta. Siempre puede surgir algún obstáculo por el camino, pero de momento todo lo que ha ido surgiendo lo hemos ido solucionando. No veo nada que pueda suponer ninguna freno al proyecto. Seguro que hay que modificar alguna cosa, pero lo veo que tiene muy buena pinta. Tenemos todos mucha ilusión.

¿En qué medida podría marcarse un punto de inflexión en esta histórica explotación minera?

Cambiaría la filosofía de la mina porque pasaríamos de producir concentrado final, que en la actualidad hay que exportar, a producir cobre a pie de mina. Todo se quedaría en casa porque empieza aquí y termina aquí. Estaríamos produciendo el cobre nosotros, marca España, todo un orgullo.

¿Podemos estar en la antesala de una macrofactoría minera en la Comarca, muy superior a la existente hoy? 

Vamos a ir paso a paso. Vamos a ir con cautela. Tenemos que demostrar esta tecnología a nivel industrial. Pero tiene muy buena pinta a escala piloto.

¿Este nuevo método podría hacer rentable antiguas explotaciones como Alfredo en Riotinto o Rotilio en Nerva?

El valor real de esta nueva tecnología se demostrará en yacimientos antiguos en los que el mineral no era rentable. Podemos marcar la diferencia para que un yacimiento sea viable o no. Podría hacer que yacimientos como Rotilio o Alfredo se puedan explotar. Ahí es donde está el verdadero valor de esta tecnología.