Aún así, el conjunto albiceleste salió muy enchufado y mentalizado en el partido, aprovechando sobre todo que su rival no se llegó a encontrar cómodo en ningún momento sobre el lamentable terreno de juego que luce el Complejo Municipal de Deportes Antonio Galindo, que está viviendo sin duda sus peores épocas. 

Pero el campo estaba malo para los dos equipos. Y en esa circunstancia, quien diera el primer golpe podía tener mucho ganado. Y lo dio el Nerva. Gordi aprovechó un balón que le cayó tras una serie de rechaces defensivos y pase de contragolpe que supo colocar por arriba haciendo el 1-0. Gol que no pudo evitar el guardameta cartayero, a pesar de llegar a tocar el balón. Ese gol hacía albergar muchas esperanzas a un equipo como el Nerva, con problemas, a veces, para gestionar los partidos ante rivales de entidad. 

La verdad es que esperábamos mucho más del Cartaya, que en un ¨quiero y no puedo¨ no acababa de acomodarse en un encuentro en el que hubo multitud de parones, enfrentamientos, dialéctica incomprensible entre todos los protagonistas e incluso algún enfrentamiento entre aficiones de uno y otro equipo. Incluso uno de los jugadores del Cartaya, Antonio de Múlez, el capitán, pidió a su entrenador que le cambiara porque no estaba dispuesto a jugar este partido por todo lo que sucedía, según él. Tras varios acercamientos de uno y otro, un córner sacado por el Cartaya en el minuto 40 termina con el remate de cabeza de Ale Tuli, el hombre que sustituyó al capitán desencantado, estableciendo el empate a un tanto con el que acabó  el primer episodio. 

Nada más comenzar el segundo tiempo, minuto 7, un penalti muy discutible es señalado a favor de los visitantes, y tras munchos minutos parados por protesta, Daniel Tuli hermano del goleador anterior, hizo el 1-2, siendo esto un mazazo para los locales. 

Sin embargo, el equipo local no se rindió en ningún momento. El partido se ponía de lo más convulso con cientos de parones, amenazas de suspensión por parte de los árbitros, enfrentamientos varios a todos los niveles tanto en el campo como en los exteriores. En fin, una pasada de rosca que hizo que del segundo tiempo no se jugara de tiempo real ni 25 minutos, y es que era una parada continua.

En lo meramente futbolístico, era difícil destacar nada, pero es cierto que, aunque alguna ocasión tuvo el Cartaya para agrandar más el marcador, la casta y el mayor dominio, aunque no en ocasiones, la tuvo el Nerva, en medio de un partido que no parecía que pudiera terminar porque la suspensión rondaba a cada instante. 

El capitán del Cartaya que no quiso jugar, De Múlez, volvió en los minutos finales. Pero no lo hizo tranquilo, por lo que continuaron todo tipo de enfrentamientos dialécticos entre jugadores. Lo cierto y verdad es que el árbitro dio 8 minutos de descuento, cuando en realidad tendrían que haber sido más. De esos 8 minutos, 5 ni se jugaron y en medio de este rio revuelto, y cuando esto podía estallar en cualquier instante, una jugada embarullada termina con remate a gol de Alonso, poniendo el 2-2 que desató aún más locura. Algunos futbolistas del Nerva lloraban de emoción mientras que los del Cartaya se lamentaban por no haber sido capaces de asestar el golpe definitivo. 

En declaraciones posteriores, mención especial merecen las palabras del técnico cartayero, Carlos Maltrana: ¨En este terreno de juego, el peor que he visto nunca, no se debería permitir jugar y digo a las autoridades locales que esto es vergonzoso¨. Ese comentario sobre el mal estado del terreno de juego, fue sin duda lo único en lo que ambos equipos estuvieron de acuerdo, además de destacar ambos que los arbitrajes son lamentables. 

Al final, empate  y reparto de puntos que sabe de distinta manera a unos y a otros. El Cartaya B es el líder pero, por las razones que sean, no fue mejor ni superior a un Nerva que creyó hasta el final.