En la exposición de motivos, Azahara Juan indicó que, "con mucha frecuencia la celebración de fiestas y actos sociales está asociada al uso de pirotecnia con acusado efecto acústico, en un gran número de pueblos y ciudades de nuestro país".

El uso de petardos, fuegos artificiales, cohetes y otros elementos pirotécnicos ocasiona diversos problemas a personas con trastornos del espectro autista (TEA), personas enfermas, mayores, bebés, personas con enfermedades cardiovasculares o epilepsia.

Algunos sectores de la población son especialmente vulnerables a efectos perniciosos de la pirotecnia. En primer lugar, personas con diversidad funcional e  hipersensibilidad sensorial, como quienes tienen características de espectro autista, con riesgo de sufrir crisis convulsivas y, en los casos más graves, internamiento hospitalario.

La población general no está exenta de riesgos. La contaminación acústica de los cohetes más potentes, que puede superar los 170 decibelios, supera ampliamente el umbral de ruido de 120 decibelios a partir del cual pueden producirse traumas acústicos, según la Organización Mundial de la Salud.

Respecto a los animales, está bien demostrado que el uso de petardos y voladores genera taquicardias, temblores, problemas respiratorios, pérdida de control, miedo o, en los casos más graves, la muerte.

Esto explica que cada año se produzcan multitud de desapariciones de animales de compañía durante las noches de fin de año.

Al margen de estos perjuicios indudables, observamos frecuentemente que ciertos tipos de pirotecnia se utilizan en lugares públicos muy concurridos, a veces con aglomeraciones, habiéndose producido casos de accidentes graves y riesgos variables de incendios en zonas forestales cercanas.

Actualmente, numerosos municipios no disponen de ordenanzas municipales que regulen el uso de la pirotecnia. Cuando existe normativa reguladora, el nivel de cumplimiento suele ser mínimo.

Entre las posibles medidas que pueden adoptarse, destacan el control de la venta y manipulación de estos artefactos, así como la reserva de espacios alejados de zonas habitadas para el uso de petardos y cohetes. En el caso de fuegos artificiales, y al margen de que puedan estudiarse la viabilidad de emplear pirotecnia insonora, sería útil el desarrollo de una campaña de comunicación efectiva, informando de los periodos autorizados al uso de pirotecnia, con objeto de que las personas vulnerables puedan tomar medidas preventivas con suficiente anticipación.

En la planificación de los actos sociales, deben considerarse todas las sensibilidades para no expulsar a nadie de las celebraciones y fiestas populares. Es responsabilidad de todas las personas que nuestro municipio se convierta en un lugar más amable, haciendo pequeños gestos que significan mucho.

Por todo ello, IU propuso al pleno de la Corporación la adopción de los siguientes ACUERDOS:

PRIMERO. Instar al Ayuntamiento de Zalamea la Real y a su Alcaldía a regular el uso de material pirotécnico en el término municipal de Zalamea, con objeto de minimizar los efectos adversos que ocasionan sobre una parte de la población y los animales.

SEGUNDO. Estudiar la viabilidad de que se utilice la pirotecnia sin ruido ni explosiones en aquellos espectáculos subvencionados total o parcialmente por este Ayuntamiento y promover campañas informativas para disminuir su uso.

TERCERO. Incluir la regulación del uso de pirotecnia con sus sanciones correspondientes, en una nueva ordenanza o en una ordenanza ya existente, e informar mediante bandos municipales y campañas informativas de la nueva normativa y de los perjuicios que supone la pirotecnia para sectores sensibles de la sociedad como personas con TEA personas enfermas, mayores, bebés y animales, además de los perjuicios al medio ambiente.